San Miguel de Meruelo, 19 de octubre 2013.-
Sr. Emilio Botín- Sanz de Sautuola
PRESIDENTE DEL BANCO DE SANTANDER.
Querido Emilio:
Vas a poder justificar el que me puedas considerar como un
pesado impenitente por mi insistencia en comentar tus andanzas, comentarios, tu
afán regenerativo de la que, seguro, es tu patria (me refiero a la del dinero);
en fin, animarnos a salir del atolladero en que estamos metidos con tus nada simbólicos gritos de ánimo.
El último ha sido espectacular, nada menos que animar a la ciudadanía
porque el parné está llegando de todos los sitios a manos llenas con un matiz
importante y, por lo visto, necesario: LLEGA PARA TODOS. Naturalmente, eso lo
manifiestas en Nueva York, aunque tengo entendido que lo ratificas, al menos
parcialmente, en España.
Bien, Emilio, voy a admitir que el dinero llega de forma
abundante para mantener este sistema injusto, corrupto, despreciable y
explotador que nos llevará, estoy convencido de ello, a la ruina final, pero decir que eso es “para todos” constituye
una ofensa innecesaria que, por lo visto, a ti te importa un bledo. Te ruego
que vayas a reconfirmar tus declaraciones en Arrasate a los cinco mil nuevos
parados, a los trabajadores de Panrico en la misma situación, a tus paisanos de
Sniace, Solvay y empresas aledañas; en fin, un largo etcétera, que gracias a
Dios, con ese inmenso caudal de dinero que nos invade, van a salir del atolladero
indemnes contigo delante como caudillo (espero te guste la palabra) salvador.
Solamente te ruego que la pasta que llegue a tu prestigiosa entidad, no lo
administren Alfredo Sáez y el no menos valorado reciente fichaje, Rodrigo Rato, magnífico ejemplo de tu aseveración de que el dinero llega para todos.
No me cabe la menor duda de que tú mismo, tu familia, va a
seguir el ejemplo reinvirtiendo los depósitos de Suiza y otros paraísos
fiscales en nuestra desgraciada España. Ya lo hiciste en su día con los
perjudicados por el caso Madoff devolviéndoles algo tan real como la esperanza
en la Justicia americana, tus inversores en Banif con sus dineros convertidos
en buenas palabras, tus cesiones de crédito tan ejemplares y los créditos
multidivisas que tus clientes te reclaman ahora con, afortunadamente, fallos a
su favor de los jueces, etc.. Algo huele mal en Dinamarca.
Termino, colega, recomendándote más prudencia (ya sé que es
imposible), más ética y que te relajes un poco jugando al golf en el club de
Pedreña.
Todo lo anterior no deja de ser un rollo de un ciudadano con
problemas de audición social. La realidad, tan escurridiza por otro lado, tu
historial, demuestra que nunca fallas en tus predicciones: recuerda que cuando
estaba en el poder el inútil de Zapatero, pagador de tus servicio vía indultos
vergonzantes, declarabas, o quizás fuera un sosias, QUE LA CRISIS ERA UN
CATARRILLO SIN IMPORTANCIA DE MUY CORTA DURACIÓN.
Nada, chico, me voy al banco
(no es el tuyo, desde luego) a ver si, por casualidad, me ha llegado de algún
sitio el dinero que anuncias.
Hasta la próxima, que la habrá.
Eugenio de la Cuesta Gutiérrez