lunes, 6 de enero de 2014

Reflexiones de ¿UNO DE LOS "NUESTROS" O DE LOS "SUYOS"?

La derecha política, de Jaime Botín en El País
TRIBUNA
Que estos líderes ganaran la partida es como que en América venciera el Tea party
Cualquier sentimiento de benevolencia que uno pudiera albergar para con nuestros gobernantes, habida cuenta de la difícil corrida que les ha tocado lidiar, desaparece ante los embustes, triunfalismos injustificados, atribución de méritos ajenos como propios y demás falacias con que nos obsequian. En recientes artículos, José Carlos Díez (EL PAÍS, 27 de diciembre de 2013) y Joaquín Estefanía (EL PAÍS, 30 de diciembre de 2013) desmienten con datos precisos las falsas buenas noticias y ponen donde corresponde el nuevo eslogan del presidente según el cual “2012 fue el año del ajuste, 2013 el de las reformas y 2014 será el de la recuperación”. En resumen, según Estefanía, “una sociedad devastada por casi seis años de crisis económica y una gestión de la misma muy deficiente, que no merece que la engañen más”.
Estos últimos tiempos parece que el rechazo a las actuaciones de la derecha política alcanzan incluso a miembros de sus propias filas. Cabe sospechar que hasta los fieles más acérrimos, aquellos a quienes incluso los mayores desaguisados les parecen bien siempre que el responsable sea de los “nuestros”, tendrían que sentirse incómodos. Aunque lo dudo. Las adhesiones tribales o grupales son muy duraderas cuando el hábito de pensar ha sido erradicado o, peor aún, cuando nunca ha sido inculcado. Según Salvador Sostres la mayoría de los políticos de la derecha que van por ahí de liberales no son más que unos horteras. Tal vez sería útil indagar sobre el posible fundamento de esta opinión. El hortera es víctima de una confusión: en su escala de valores lo más alto no es lo mejor sino lo que más brilla. De entrada, si no fuera por los efectos contaminantes, los horteras serían inofensivos, pero a la vista está que esta gente es peligrosa. ¿Acaso ignorar los valores estéticos puede ser indicio de similar olvido en cuanto a los valores éticos? La corrupción, la mentira, la arbitrariedad, la prepotencia, la capacidad de seguir adelante como si tal cosa cuando la policía judicial registra la sede del partido durante 14 horas, ¿eso qué es, falta de sensibilidad estética u olvido de la ética?
Cuando las medidas de austeridad tomadas por el Gobierno llevan a una “devaluación interna” que castiga sobre todo a las rentas más bajas, retrasando además la recuperación del consumo interno, esencial para el crecimiento; cuando la factura eléctrica resulta insoportable para muchas familias pero no se puede subvencionar porque peligraría la cifra del déficit, la misma razón por la que hay que reducir o liquidar las ayudas a Cultura, Investigación o Educación y, sin embargo, las obras del AVE a Galicia no se pueden interrumpir; cuando se congela el salario mínimo pero no se reduce el gasto corriente de las Administraciones públicas, habrá que preguntar: ¿qué valores éticos, políticos, económicos o estéticos se han sopesado? Sería curioso conocer cuáles han sido los criterios debatidos para mejorar la seguridad pública según propuesta del ministro del Interior o la reforma de la ley de educación o cuáles se barajaron en una, supuestamente, “amplia” discusión que, según nos han dicho, precedió a la publicación de este impresentable proyecto de reforma de la legislación del aborto que ha merecido el aplauso de la extrema derecha francesa de Le Pen. Brillante trabajo, culminación de este año 2013, un año para olvidar en el que la clamorosa incompetencia de nuestra derecha política junto a la exhibición sin tapujos de sus reflejos más reaccionarios obliga a suponer que aquí hay algo que falla a nivel muy básico.
Para mí, al final, se trata tan solo de pensar. Pensar, en el sentido socrático, es decir, ser capaz de reflexionar y hacer juicios de valor. Si nuestros políticos reflexionaran con un mínimo de prudencia ellos mismos se darían cuenta. Pero nunca aprendieron que “una vida sin examen no merece la pena ser vivida” y olvidar a Sócrates suele tener deplorables consecuencias. Fueron educados en el canon eclesiástico, según el cual pensar está prohibido y los librepensadores van todos al infierno. Seguramente, nuestros actuales gobernantes figuraron entre los primeros de la clase y así les luce el pelo. La contrapartida es el drástico recorte de pelo en los ingresos, las oportunidades y las libertades de los ciudadanos. Y digo ciudadanos, porque ciudadanas no hay. Los que se disponen a aprobar esa ley del aborto, caiga quien caiga, no consideran que las mujeres tengan capacidad para tomar decisiones por sí mismas. Necesitan, obviamente, ser protegidas, como seres inferiores que son y más en asuntos graves como este del aborto. Aquí se requiere la autorización de dos médicos y mejor tres, también un psiquiatra. Por supuesto, a la cárcel no van a ir, faltaría más. Los únicos que en este régimen irán a la cárcel son los hombres, titulares plenos de derechos y obligaciones. El ministro de Justicia lo ha explicado muy bien, pues además de destacado jurista es excelente pedagogo. También ha dicho que es hora de quitar a la izquierda la bandera de la moralidad y no es extraño que lo diga. La Iglesia conservadora y el Opus Dei no pueden perder esta oportunidad de recobrar las enseñanzas de San Pablo, cuya doctrina sobre las limitaciones de la mujer y la necesidad de proteger al cristiano de sus asechanzas diabólicas mediante su sumisión absoluta es, seguramente, el asunto más importante para los ideólogos religiosos del Gobierno. También es el más peliagudo que tendrá que afrontar, tarde o temprano, el papa Francisco: la liberación de la mujer, su equiparación con el hombre en el seno de la Iglesia como la ha alcanzado en todo el Occidente. Si no consigue eso quedarán devaluados sus esfuerzos por la redención de los más necesitados. Y no lo va a tener fácil.
Por eso, lo de dejar atrás el miedo, como también nos exhorta a hacer Rajoy en el nuevo año, se presenta problemático. Si la derecha política gana la partida aquí es como si en América se impusiera un partido republicano dominado por el Tea Party, los herederos del Ku Klux Klan. Algo parecido a un poder integrista religioso, pero en América, y allí funcionan muchos contrapesos. Aquí sería distinto: sería para dar miedo.
Jaime Botín es alumno de la Escuela de Filosofía. Fue presidente de Bankinter entre 1986 y 
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San Miguel de Meruelo, 5 enero 2014

Sr. D. Jaime Botín .                   ExPresidente  Bankinter.

Querido Jaime:
Me permito, de nuevo, enviarte esta misiva pública en la confianza de que apreciarás su contenido o, siquiera, para que puedas juzgar la sorpresa que me ha producido tu última reflexión en El País. Vaya por delante que no es muy importante lo que yo pueda opinar, pero tengo la sensación de que, en general, somos bastantes los impactados, con una inevitable confusión, por  el contenido de tu escrito que, de paso, y debes apuntarte ello a tu favor, está redactado con un estilo refinado, brillante y hasta sutil sin dejar, por ello, de ser una crítica del sistema del que siempre he pensado formabas parte.

Haces un buen repaso de la actualidad más candente y no renuncias a señalar culpables que, si me lo permites, enlazaría con tu otra reciente soflama recomendando un poco más de moral, digamos, calvinista, que tú aconsejas y que ya he comentado en otra entrada/carta a ti dirigida del blog.

De verdad, Jaime, eres sorprendente. No puedo imaginarme tu análisis sin recordar al bueno de San Pablo que solamente se vió a salvo de la intransigencia que da la fe por otra vía aún más obtusa y que yo describiría como penosamente reincidente, sin Calvino por medio, gracias a su caída del caballo que ciertos analistas explican como un ataque de epilepsia provocadora del cambio de rumbo. Supongo que este no es tu caso y que la salvífica revelación te ha llegado, tras tantos años de involuntario sufrimiento soportando a los tuyos, por tu apreciada dedicación al estudio de la filosofía en lo que se ve es tu camino de Damasco. Siempre te queda la posibilidad de peregrinar a Canosa como el Emperador germánico, con sayón de esparto, y postrarte ante el Obispo de Roma implorando la readmisión. Créeme que valoro cantidad tus reflexiones y citas a la necesidad de ética con estética, nada más kantiano, y hasta tus consideraciones respecto al pensamiento socrático, si bien aún esté por ver si el prohombre no se suicidó por no poder soportar a su mujer Xantipa, fuente de continuos agravios, y no por la presión ciudadana de los mismos imbéciles, salvando las distancias, que tú pones al descubierto. Yo, de verdad, opino que lo primero tiene más base si lo histórico se contempla a la luz de la lucha diaria (un servidor no sufre por esa causa; todo lo contrario).

Arremetes contra la derecha sociológica de este país con una crudeza manifiesta y te lo van a reprochar porque, seguro, estos individuos no lo esperaban de uno de los “nuestros”. Hasta a mí y muchos como yo, nos has sorprendido por tu brillante aportación, certera y también, por qué no decirlo, chocante. Supongo que a estas alturas de la vida, ya situado y, como diría alguien del pueblo, con “el riñón bien forrado”, puedes permitirte el lujo de poner a parir el sistema del que creíamos formabas parte bien integrado. Más o menos como un servidor, disfrutando de una modesta pensión que, por cierto, fue disminuida en su día gracias a las trapacerías de un empleado del Banco de Santander del que eres accionista importante junto con tu hermano Emilio, el mismo que en tu presencia, en Junta General, dando una muestra exquisita y generosa de la ética y la estética cuya escasez ahora fustigas, justificó no cesar, a petición de un accionista, al Consejero Delegado del banco condenado nada menos que por “estafador”, “porque no ha causado perjuicio alguno al banco ni a ninguna de sus empresas”; solamente se había quedado con el dinero de unos clientes. Ni por lo más remoto quisiera que estas precisas referencias, conocida, confirmada, tu preocupación por la rectitud de las conductas, te enemisten con la familia, pero espero comprendas la sorpresa del personal, entre los que me encuentro, ante ciertas actitudes. Y, sin embargo, vivo tan feliz esperando que este Gobierno de mentirosos me suba la pensión un 0,25% porque no puedo esperar nada desde Suiza; me cancelaron la cuenta por tenerla en números rojos. Sin vista previa, te cambio los saldos.

Lo dicho, Jaime, gracias por tu valentía, tu cortante labor de cirujano social y denunciante de malformaciones. Vas a sufrir, a partir de ahora, ataques sin cuento y los “tuyos”, si pudieran, te eliminarán de sus listas de jubilados ilustres para incluirte solamente en la de prestamistas. Una desgracia.

De verdad, Jaime, aprecio tu denuncia y estoy seguro de que no tiene nada que ver con lo que recomendaba Groucho Marx: “Si no te gustan mis principios, aquí tengo otros”. Porque, paradójicamente, tienes razón en todo lo que dices, pero no puedo dejar de pensar que eres un magnífico estratega o un no menos ejemplar cínico. En el primer caso habría que lamentar tu subliminal prudencia durante tanto tiempo; en el segundo tu maquiavélica actitud en persecución del triunfo final: “Como fuerza social, un individuo vale por noventa y nueve con un solo interés”. J. Stuart Mill.

Quiero que aprecies que uno, dentro de su pequeñez, también denuncia aunque no disponga de las páginas de El País. Estoy seguro, confío en que así lo estimes, de que corro más riesgos que tú.

Por si te interesa, y lees esta carta, copio los blogs en los que relato mis cuitas. Hazle partícipe a Emilio. Gracias.
Un cordial saludo,
Eugenio de la Cuesta Gutiérrez  




sábado, 19 de octubre de 2013

San Miguel de Meruelo, 19 de octubre 2013.-

Sr. Emilio Botín- Sanz de Sautuola
PRESIDENTE DEL BANCO DE SANTANDER.

Querido Emilio:

Vas a poder justificar el que me puedas considerar como un pesado impenitente por mi insistencia en comentar tus andanzas, comentarios, tu afán regenerativo de la que, seguro, es tu patria (me refiero a la del dinero); en fin, animarnos a salir del atolladero en que estamos metidos con tus nada simbólicos gritos de ánimo.

El último ha sido espectacular, nada menos que animar a la ciudadanía porque el parné está llegando de todos los sitios a manos llenas con un matiz importante y, por lo visto, necesario: LLEGA PARA TODOS. Naturalmente, eso lo manifiestas en Nueva York, aunque tengo entendido que lo ratificas, al menos parcialmente, en España.

Bien, Emilio, voy a admitir que el dinero llega de forma abundante para mantener este sistema injusto, corrupto, despreciable y explotador que nos llevará, estoy convencido de ello, a la ruina final,  pero decir que eso es “para todos” constituye una ofensa innecesaria que, por lo visto, a ti te importa un bledo. Te ruego que vayas a reconfirmar tus declaraciones en Arrasate a los cinco mil nuevos parados, a los trabajadores de Panrico en la misma situación, a tus paisanos de Sniace, Solvay y empresas aledañas; en fin, un largo etcétera, que gracias a Dios, con ese inmenso caudal de dinero que nos invade, van a salir del atolladero indemnes contigo delante como caudillo (espero te guste la palabra) salvador. Solamente te ruego que la pasta que llegue a tu prestigiosa entidad, no lo administren Alfredo Sáez y el no menos valorado reciente fichaje, Rodrigo Rato, magnífico ejemplo de tu aseveración de que el dinero llega para todos.

No me cabe la menor duda de que tú mismo, tu familia, va a seguir el ejemplo reinvirtiendo los depósitos de Suiza y otros paraísos fiscales en nuestra desgraciada España. Ya lo hiciste en su día con los perjudicados por el caso Madoff devolviéndoles algo tan real como la esperanza en la Justicia americana, tus inversores en Banif con sus dineros convertidos en buenas palabras, tus cesiones de crédito tan ejemplares y los créditos multidivisas que tus clientes te reclaman ahora con, afortunadamente, fallos a su favor de los jueces, etc.. Algo huele mal en Dinamarca.

Termino, colega, recomendándote más prudencia (ya sé que es imposible), más ética y que te relajes un poco jugando al golf en el club de Pedreña.

Todo lo anterior no deja de ser un rollo de un ciudadano con problemas de audición social. La realidad, tan escurridiza por otro lado, tu historial, demuestra que nunca fallas en tus predicciones: recuerda que cuando estaba en el poder el inútil de Zapatero, pagador de tus servicio vía indultos vergonzantes, declarabas, o quizás fuera un sosias, QUE LA CRISIS ERA UN CATARRILLO SIN IMPORTANCIA DE MUY CORTA DURACIÓN. 

Nada, chico, me voy al banco (no es el tuyo, desde luego) a ver si, por casualidad, me ha llegado de algún sitio el dinero que anuncias.

Hasta la próxima, que la habrá.

Eugenio de la Cuesta Gutiérrez



lunes, 7 de octubre de 2013

Sr. D. Jaime Botín- Sáiz de Sautuola

Santander.-


San Miguel de Meruelo 7 de Octubre, 2013

Querido Jaime: Espero que no consideres esta carta pública como una intromisión, ni irrespetuoso el que me dirija a tí con la misma familiaridad con que lo he hecho con tu hermano Emilio. Las razones son las mismas y, por tanto, no es necesario repetir.


Verás que en la carta que he escrito a Emilio en forma de blog, hago referencia a tus consideraciones con respecto a la moral católica ; no seré yo quien discrepe de tu opinión. Se te ha reprochado sin embargo, yo mismo lo he hecho en la primera entrada del blog, que no eres el más indicado para hacer ese tipo de crítica, a lo que respondes con una elegante acidez haciendo referencia, de nuevo en la prensa, “al tú más” tan habitual en nuestra sociedad que, me atrevería a decir, está bastante encanallada. No te faltan motivos para la queja y solicitud de que cambien los criterios éticos (¿) que dominan nuestro entorno social, pero me parece olvidas que, en cierto modo, eres un verdadero representante de lo que criticas con tan razonada y paradójica vehemencia. En la primera entrada del blog tienes una buena y pública muestra; no he visto, por ningún lado, como socio importante del Banco de Santander, una rectificación o corrección del sentido de las palabras de contestación de tu hermano Emilio a un accionista pidiendo el cese del Consejero Delegado por delincuente (la definición suena normal para un ladrón de gallinas y no veo que pueda ser diferente para un alto directivo de vuestro banco, condenado con sentencia firme del TS. Como eres estudiante de filosofía, apreciarás la afirmación de Wittgenstein de que la realidad no existe sino a través de la palabra). Y eres accionista, miembro del Consejo y con una alta participación en la entidad.


Vayamos a la argumentación que predicas con buen estilo. Pero antes quiero dejar claro que no se trata de aplicarte el “tú más” que tanto desprecias, y con razón. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

1)No puedo entrar en tus consideraciones sobre luchas intestinas con un determinado grupo de accionistas de tu sociedad,  pero argüir, tan alegremente, que has actuado “, ….comprometiendo en ese empeño la mayor parte de su fortuna, dentro y fuera de España”, suena a sarcasmo, a no ser, claro está, que tus admirados socios supieran de los fondos puestos a buen recaudo en Suiza y otros lugares del mundo. Pudiera ser.

2)” Yo realicé en 2010 una declaración, totalmente voluntaria, de todos esos bienes cuyo origen se remonta a una época muy distinta a la nuestra, porque entendí que en la actual y en medio de la grave crisis económica que sufre el país, eso era lo que debía hacer”.
Tengo para mí que efectúas un doble salto mortal introduciendo una argumentación a la que no se atrevería el mejor de los sofistas/trapecistas.  Analicemos:

a)”totalmente voluntaria”. ¿Quiere ello decir que hemos de agradecerte la singular muestra de magnanimidad, graciosa confesión que daría a entender que solamente declaras tus bienes cuando te da la real gana?

b)”… bienes cuyo origen se remonta a una época muy distinta a la nuestra,..”. Esto no es sino un bucle de auténtico prestidigitador. Porque, vamos a ver, son o no son tuyos los bienes que has estado disfrutando durante tantos años al amparo del sigilo y ocultamiento de tus colegas bancarios. Y si son tuyos, que deben serlo, ¿hay alguna diferencia en que tengan su origen en época ya lejana de la Guerra Civil, y que hayan devenido actuales, tan actuales como para tener la obligación de declararlos, como todo hijo de vecino? Porque imagino, por ejemplo, que la Duquesa de Alba declarará a Hacienda las fincas que posee desde tiempos remotos por graciosa concesión del sátrapa de turno.

c) “…porque entendí que en la actual y en medio de la grave crisis económica que sufre el país, eso era lo que debía hacer”.
La verdad, estoy realmente emocionado, como lo estarán los pensionistas “cazados recientemente” por Hacienda por unas modestas pensiones por las que tienen que pagar, a requerimiento de tan prestigiosa institución, sus impuestos correspondientes. No sabes lo agradecidos que estamos, todos, porque hayas tenido a bien declarar esos bienes en vista de la “crisis económica que sufre el país”. ¿No será esa falta de declaración, junto con otras muchas, una de las causas? Y, hasta el momento de hacerlo, ¿has disfrutado de esos bienes tan ricamente ocultados desde la Guerra Civil? Seguro que no.

Y nada más por hoy, querido Jaime. Ya sabes que no vivo muy lejos de donde tú tienes una hermosa propiedad (de verdad, no te lo reprocho, faltaría más). Cuando te apetezca no tienes más que llamarme y podremos charlar un poco de filosofía. Me encantan Heráclito, Vico y Hegel. El continuo y repetitivo devenir de las cosas.

A diferencia de tu hermano Emilio, por el que no siento aprecio alguno, el simple ejemplo de atreverte a poner en cuestión la filosofía moral en gran parte responsable de nuestra decrepitud, es motivo de agradecimiento. Pero debes de cuidar los fundamentos de tus críticas con especial atención.
Un cordial (en este caso) saludo.

Eugenio de la Cuesta



martes, 24 de septiembre de 2013

http://queridoemilio.blogspot.com/


                                             CARTA ABIERTA


San Miguel de Meruelo, 24 de Septiembre 2.013.

Sr. D. Emilio Botín-Sanz de Sautuola

PRESIDENTE DEL BANCO DE SANTANDER.

Querido Emilio:

Permíteme iniciar esta carta de la forma que más te gusta, con un toque de familiaridad, tal como hacía el Juez Garzón cuando te solicitaba financiación para unos cursos en la Universidad de Nueva York (dejo constancia de que el Juez citado gozaba de mis simpatías hasta que dió, con esa carta, y más teniendo un asunto del banco en su mesa para decidir, una cierta muestra de indecencia). Espero lo justifique el que, en cierta medida, seamos colegas: yo también fui  alumno de la Universidad de Deusto cuando era regida por los Jesuitas. Seguro que recuerdas a su Rector, el Padre Bernaola que, aún con sotana o precisamente por ello, quien sabe, era muy estricto con los niveles de moralidad.

Creo necesario, para contextualizar el contenido de esta carta, hacer la pequeña referencia que sigue. Es una pena que tu hermano Jaime, también colega universitario, tan aficionado, por lo que se ve, a la filosofía, y supongo que lector empedernido de Spinoza y Kant, de quienes tomará ejemplo, haya reclamado en reciente escrito una cierta renuncia a los principios éticos o, mejor, costumbres católicas en que se educó, defendiendo algo así como un baño en la ética calvinista que impregne los negocios y nuestra vida, social por naturaleza. Nada que objetar si no fuera porque a uno  le parece que ese conspicuo miembro/beneficiario de tu familia no está autorizado a recomendar, tras ciertos escándalos, como ocultamiento de dinero en Suiza, ya aclarado, afortunadamente, ese comportamiento tan estricto. Estamos ahora pendientes de los jubilados que tienen cuantiosas “pensiones extras” del extranjero aunque no en Suiza, desde luego no por los motivos que a vosotros os afectan, y menos desde la Guerra Civil. "Pobrezucos" (la palabreja te sonará cercana), ya verás como Hacienda, con lo que significa tu precedente, les aplica un buena solución. Según dice la prensa, tú eres católico de verdad, de trato afable, cercano, con Papas y similares. Nada que ver, al menos en ese aspecto, con tu hermano.

Hecha esta introducción, excesiva,  aunque pretenda ser actual, te informo de que tras algunos años de voluntario abandono, que no olvido, de lo que se relata en el enlace que copio más abajo, he decidido incluirlo en esta carta por si al lector de la misma le apetece echarle un vistazo. Pienso que su contenido refuerza mi crítica que, asumido el acostumbrado tópico, pretende ser constructiva. Quizás no lo hubiera hecho si no fuera por los últimos acontecimientos, concretamente el escandaloso fichaje de R. Rato. Es más de lo que pueda aguantar sin expresar mi opinión por si alguien la comparte.

Verás: durante algún tiempo he divulgado ese enlace como ejemplo de lo que se puede esperar del Banco de Santander. Se lo pasé, recientemente, tras ver un anuncio en red de vuestro banco, a un así llamado departamento de "Santander-Comunicación" y en vuestra cuenta Twiter. La reacción fue inmediata, con llamada al día siguiente, cosa que no esperaba, y hasta me habéis puesto un mensaje telefónico, dando un número de referencia (0329291) para el asunto. Esta misma tarde (23.9.2013), he vuelto a recibir un mensaje en el que, tras decirme que el tema está solucionado, me facilitan un número telefónico para que llame; les he contestado diciendo que no lo voy a hacer, por la sencilla razón de que quien tiene que ponerse en contacto telefónico conmigo es ese departamento y contarme lo que sea, tal como ellos mismos me había prometido por escrito.

Pero es que me veo obligado a insistir en el tema porque, tras mucho aguantar, día y noche, el relato de las numerosas y seguramente falsas, faltaría más, noticias sobre el banco que presides (extrañas cesiones de crédito, frustradas y dudosas participaciones en Banif Inmobiliaria, exitosas al tiempo que misteriosas inversiones con prestigiosos banqueros (Madoff), evasiones fiscales, préstamos condonados graciosamente, dineros para cursos, digamos, especiales, patrocinios de carreras de coches, etc.), el último golpe ha sido demoledor. Vas a morir de éxito. Fichas a Rodrigo Rato, ejemplar banquero que tanto destaca por su probada honestidad, por una minucia, 200.000.- euros al año, pensando, imagino, en la cantidad de negocios que pueda aportar a la entidad. Espero comprendas que, a ojos de la opinión pública, suena un tanto extraño como opción PREFERENTE o, en segundo término, poco ejemplar; no hay alternativa. Comprendo que ello va de acuerdo con tu conocida mentalidad “católica” (sin duda, tu hermano te lo reprochará), tan felizmente expresada, o superada, quién sabe, cuando un accionista te pidió, en Junta General, el cese de tu Consejero Delegado, A. Sáez, al haber sido condenado nada menos que por ESTAFA PROCESAL. Tu respuesta fué, si me lo permites,  brillante y destructiva de cualquier razón en contra: “no le ceso porque no ha causado perjuicio alguno al banco ni a ninguna de sus empresas”. Te faltó añadir que solamente había "perjudicado" a unos clientes. Tengo la frase de cabecera en mi dormitorio, como recordatorio de la moral “católica” que, desgraciadamente, no practico. Espero no tener que lamentar, eternamente, el no poder jugar al golf contigo en los Campos Celestiales en donde, seguro, tienes plaza reservada. ¿O será calvinista? Porque, en este segundo supuesto, deberías contar con la aprobación de tu hermano; estaría justificado,  aún contando con la inquietud de saber que me vería obligado a practicar ese deporte con Jaime, excelente colega también, pero en el Infierno, lugar que dicen desapacible como pocos. No es lo mismo; una cosa o la otra, que ya no hay Purgatorio. Y un lío, la verdad,  pero, por favor, que no haya disensiones familiares. 

Yo pensaba, ciertamente, que mi caso era una simple extralimitación, pero de tus palabras se deduce (si estoy equivocado no tengo problemas en rectificar) que es misión de tus empleados el conseguir lo que sea para el banco aún a costa de los clientes; no parece haber excepciones ni tan siquiera con conductas delictivas (algunas supuestas y otras con sentencia firme del TS) de por medio. Sinceramente, me cuesta aceptar este punto de vista que, digamos, parece, cuanto menos, perversamente original. Quizás lo justifique el que haya que conseguir, a toda costa, beneficio al accionista, aunque alguno de ellos, por muchas ganancias que se le ofrezcan y dando muestras de una cierta dignidad que parece resultarte extraña, prefiera no tener en su banco, de Consejero Delegado, a un condenado por delito descrito en el Código Penal. Lo lógico y normal, habrá que reconocerlo, es que ese beneficio dé, al menos, para tener algún dinerillo en Suiza y si es desde la Guerra Civil, por miedo a los "rojos" que se pusieron al descubierto con la democracia,  pues mejor que mejor. Esos tipos sin enterarse. Todo un éxito. Y nosotros, el resto de los "nacionales", paseando en Babia, tan ricamente. "Hacienda somos todos". 

Admito, sin embargo, que hay una satisfacción general por la extraordinaria, modélica y rentable, se supone, contratación, especialmente firme en quienes compraron las preferentes sacadas de la manga por tu admirado R. Rato. No resultaría de recibo, me parece, que le hayas fichado para desarrollar prácticas financieras similares en tu entidad, seria casi por definición. Las ofertas o productos que desarrolle tu nuevo colaborador podrán ser más sofisticados, como es tradicional en tu banco, pero no menos rentables que las "preferentes", seguro, y no menos legales o avaladas por un balance espectacular. Que no se deje de citar que quien lo garantiza en este caso es el Banco de Santander,  al igual que hizo Bankia en su momento con el éxito ya reconocido, insistiendo, si procede, en el diseño "ad hoc" del producto por la brillante y experta ejecutiva de la entidad, véanse los ejemplos. 

Voy a terminar. Como te he dicho, el enlace, con el pequeño y reciente añadido  sobre tu deslumbrante contratación de R. Rato, circula públicamente, en la medida de mis posibilidades. Pero ahora, a la vista de los recientes acontecimientos, lo tengo que incluir en esta carta/ blog, que citaré en todas mis frecuentes intervenciones en la prensa como forero participante. Voy a poner una nota del mismo en los cristales de mi coche, modesto y antiguo utilitario por necesidad, con la que quiero suponer atractiva leyenda: EL BANCO DE SANTANDER QUIERE SER TU BANCO. Lee y decide: http://queridoemilio.blogspot.com.es/

De verdad, Emilio, colega, creo que las últimas actuaciones de tu banco con ese fichaje estratosférico, preferente, los  casos aquí citados y, fundamentalmente, la justificación de hechos pintorescos (?) con tal de que sean beneficiosos para tu banco, el historial, en suma, hace que, con estas modestas líneas, anime al personal a pensarlo un poco antes de atender a vuestra sugerencia de hacerse cliente de la entidad. Estoy seguro de que no has querido decir que no importa que se robe, se apropien de lo ajeno, etc. con tal de que el banco, de cuya imagen tanto cuidas, obtenga excelentes resultados. Parecería que justificases métodos que lo garantizan y quizás fuera necesaria una aclaración para despejar dudas; ya sabes lo mal pensada que es la gente. Y ahora, con la incorporación de R. Rato, dada su amplia experiencia, el éxito va a ser tremendo. "París bien vale una misa". Porque, estarás de acuerdo conmigo, lo que tus accionistas, no todos, aprueben, muchos de los ciudadanos, como parece ser el caso, piensan es una indecencia. Y, desde luego, en mi caso, un suma y sigue en extremo irritante.

Espero no te importe que pase copia de la dirección del blog, también, a algunos de los colegas practicantes, en lugar muy próximo a mi domicilio, del noble deporte del golf que, ¡pásmate!, son amigos míos.

Confío comprendas lo difícil que resulta tragar que a uno le puedan birlar, por extraños procedimientos, unos 25.000.-euros (!!de cuando eran pesetas!!), y que,  luego, esos dineros se utilicen, al menos teóricamente, para financiar carreras de coches, cursos universitarios, pagos de salarios PREFERENTES, beneficios, etc. Es más de lo que se puede soportar sin contárselo a la gente, sean católicos, calvinistas, budistas o mediopensionistas (en mi caso es especialmente cierto; tuve que adelantar mi pre-jubilación, en parte gracias a los esfuerzos de tu banco). Son los principios kantianos de moralidad universal que tan bien representas y que tu hermano recomienda brillantemente para nuestra salvación nacional sin tener en cuenta que, dentro de muy poco, todos estaremos calvos. Si me perdonas la familiaridad, antes de que eso suceda, habrá tiempo para que muchos ciudadanos, tan acostumbrados a ser tratados como súbditos, me "pongan a parir". En el pecado llevaré la penitencia, ya verás. No sé si voy a poder resistir.

Ya sabes, Emilio, como decía El Guerra, “hay gente pa tó”. 
Un saludo,
Eugenio de la Cuesta Gutiérrez.


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Enlace que se cita por si deseas leer su contenido: 

La letra de cambio, cuyas vicisitudes se relatan en el anterior enlace, forma parte del pago parcial y contubernio JUDICIAL que denuncio en: 

 

http://constituquerella.blogspot.com.es/

 

Lo incluyo por si te apetece, también, tener noticia de cómo en este país, hasta hoy mismo llamado España, los jueces pueden "cooperar necesariamente" con los ladrones para robarte el dinero.  NO ES BROMA.

 

 A ESTE "CACHONDEO" INSTITUCIONAL, LO LLAMAN DEMOCRACIA.








LOS SOMBREROS SON IGUALES. Sospecho que lo que hay debajo, también.